Prólogo*
Con
motivo del cincuentenario del fallecimiento de Pío Baroja el día 30 de octubre
de 2006, Tusquets Editores y Caro
Raggio: Editor, hermanadas en el propósito de divulgar la obra del
novelista desde el año simbólico de 1998, han acometido el proyecto de
presentar por vez primera y en un número de volúmenes accesible (tres) las
memorias completas de Pío Baroja Desde la
última vuelta del camino. Los siete volúmenes originales han sido
completados con el que correspondería al octavo, La Guerra Civil en la frontera,
publicado en 2005 por Caro
Raggio: Editor, más el material inédito que corresponde a la época de
don Pío en París, Rojos y blancos y
el manuscrito Ilusión y realidad. La edición y la presentación de este
proyecto han corrido a cargo de Fernando Pérez
Ollo y me remito a las primeras páginas del primer volumen donde se
explican con todo detalle los orígenes y los sucesivos avatares de la principal
obra de contenido netamente memorialístico del novelista.
A
medida que iba avanzando el proyecto editorial y se iban acumulando los pliegos
de letra impresa, entendí que el complemento necesario para esta obra era el
anejo de un cuarto volumen netamente visual que le sirviese de cierre y que a
su vez fuera para el lector de libro de referencia para no perderse en las casi
dos mil páginas de la obra. Tusquets
Editores recibió con entusiasmo la idea y poco a poco fuimos perfilando
el complemento visual a estas «memorias»
con fotografías de la vida de don Pío, de su familia, de su país y, por
supuesto, con la reproducción por vez primera de sus manuscritos y de algunas
cartas hasta ahora inéditas.
Para
ello, y como no podía ser de otra manera, me he servido del eje alrededor del
que el propio Baroja tejió sus memorias y he seguido casi al pie de la letra la
titulación que usó para la dos distintos libros que las componen. Y digo casi
al pie de la letra, ya que por criterios de exposición cronológica me ha
parecido oportuno comenzar con Familia,
infancia y juventud, seguir con Madrid, galería de tipos de época, y
terminar el índice con el de Desde la
última vuelta del camino, título genérico de la obra pero ciertamente
atinado para enmarcar los últimos años de la vida del escritor; así mismo he
introducido dos capítulos: uno referente a su tierra vasca, al país del Bidasoa
y a su casa Itzea, y otro con el título de Tiempo
de inquietud y revolución en el que he agrupado el material correspondiente
al periodo comprendido entre la proclamación de la Republica y el regreso
definitivo del escritor después de su exilio en Francia.
La
procedencia del material pertenece en su mayor parte al archivo familiar aunque
en algunas ocasiones he considerado oportuno incluir las imágenes de los
cuadros de sus coetáneos o de sus pintores favoritos, de fotografías de época
de las ciudades y paisajes en los que vivió, y también, fotografías con los
colores de hoy de enclaves simbólicos del mundo barojiano, como son algunos
rincones del país del Bidasoa y de la propia Itzea, la casa familiar. Algunas
de las fotografías son ya conocidas por el lector barojiano, como son las de
Basabe, Lara o Nicolás Muller, que ya de por sí son obras de arte y forman
parte consustancial del imaginario de don Pío. Otras muchas, son del archivo
más íntimo de la familia y tienen la rareza y la frescura de lo espontáneo, de
lo desconocido. Aún así, considero que el peso de este «álbum» recae en esos
manuscritos y en esas cartas que hablan por sí solas.
Como
complemento al material fotográfico y con el propósito de ubicar y centrar al
lector (aunque propiamente no es un libro de lectura), he acompañado las
imágenes con textos de las mismas «memorias» y he recurrido en otras a textos
del propio Baroja sacados de otras obras. Así he completado las lagunas que
podía tener este álbum, que mayormente se deben a dos causas: la primera, que
el propio escritor no sigue jamás un criterio puramente cronológico, y la
segunda y más importante, la falta de material fotográfico de algunas épocas de
su vida debida a que se perdieron en el bombardeo de la casa familiar de
Mendizábal 34 durante la Guerra Civil española. El lector atento también
observará como algunas de las imágenes, especialmente los manuscritos, no están
en el lugar que un criterio estrictamente cronológico les correspondería y he
preferido ubicarlos con un criterio más temático; esto ocurre por ejemplo, en
el caso del primer capítulo donde he incluido fragmentos del manuscrito de Las inquietudes de Shanti Andía que aún
siendo muy posteriores recrean parte de sus recuerdos marineros de la infancia
en San Sebastián o por poner otro ejemplo, el capítulo dedicado a la guerra,
donde van textos que son posteriores.
En
este punto no quiero pasar por alto que me he apoyado e incluso he calcado
literalmente lo que algunos llaman la «cronología canónica barojiana» (pero que
para todos los estudiosos de la obra de don Pío ha sido de ayuda fundamental),
realizada por Jorge Campos, incluida en la Guía
de Pío Baroja (Madrid, 1987), de la que es autor mi padre. Sin ella me
hubiese sentido perdido y me hubiese sido complicado esbozar un guión claro
para este libro.
Con
estos ingredientes, viejos y nuevos, conocidos y desconocidos, creo que
cumplimos con el que objetivo que nos propusimos las dos editoriales amigas y
ofrecemos al barojiano (y también, por qué no, al paciente agudo de neurosis
barojiana o de barojitis), este álbum o guía visual, complemento a una obra que
ocupa desde hace más de medio siglo un lugar privilegiado en eso que
pomposamente se llama «la literatura de la memoria».
Pío Caro-Baroja
Agosto de
2006
* Dedico esta guía, de la que no soy nada más que compilador, a la memoria de mi tío Julio Caro Baroja.