Breve historia de la paradoja

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El pensamiento de Parméndes sobre el no ser

 

Parménides nació alrededor del año 515 a.C. en Elea, una colonia griega situada en la costa del sur de Italia. Él descubrió una paradoja que iba a hacer que el término «eleático» designara a un grupo de filósofos que pensaban que la realidad es una unidad sin cambios.

«Todo es uno» suena positivo. Sin embargo, Parménides alcanzó esta conclusión positiva a través de un implacable pensamiento negativo. Revolucionó la filosofía dirigiendo la atención de lo que es a lo que no es.

Parménides objetaría esta caracterización. Argumentaba que es imposible pensar sobre lo que no es el caso. Lo que no es el caso no está aquí para pensar acerca de ello. Sólo podemos pensar acerca de lo que existe

 

 

El problema de los existenciales negativos

 

El magnate Heinrich Schliemann refutó el enunciado «Troya no existe» desenterrando los restos de una ciudad que se corresponde con la Troya que Homero describió en la Ilíada. Se dinamitaron los muros, se abrieron las tumbas, se sobornaron funcionarios.

Considérese esta refutación más ordenada: Si «Troya no existe» se refiere a algo, se refiere a Troya. Así como un epitafio sólo puede ser grabado si existe una superficie sobre la cual inscribirlo, un enunciado sólo puede referirse a algo si existe algo para que ese enunciado se refiera a ello. «Troya no existe» es una observación que se autodestruye. Niega una de sus condiciones previas para ser significativa. Es como decir «Nadie puede referirse a Atenas».

Sí, esta arqueología de café parece ridícula. Aunque los especialistas anteriores a Schliemann se habían equivocado acerca de la inexistencia de Troya, parece que sostuvieron correctamente muchos otros enunciados sobre lo que no existe: «La Atlántida no existe», «Zeus no existe», «Pegaso no existe», etcétera. ¿Cómo pueden ser verdaderas estas negaciones teniendo en cuenta el razonamiento de Parménides referido al referirse?*

Los filósofos del siglo xx lo denominaron el «problema de los existenciales negativos». Un existencial negativo es un enunciado que niega la existencia de algo. ¿Cómo puede ser verdadero ese enunciado, si debe haber algo a lo que el juicio se refiera?

Una solución tentadora es decir que «Pegaso no existe» se refiere a la idea de Pegaso. Pero si Pegaso es la idea de Pegaso, entonces «Pegaso no existe» es falso. La idea de Pegaso sí existe. Recuérdese que el problema es explicar cómo un existencial negativo podría ser verdadero. En cualquier caso, es evidente que Pegaso no es una idea. Se supone que ha sido el caballo alado de Belerofonte. Las ideas no vuelan.

Alexius Meinong (1853-1920) propuso la siguiente distinción: habría algunas cosas que tienen un tipo de ser diferente de la existencia. Según él Pegaso subsiste. La estrategia de Meinong es cuestionar el paso de «Hay algo que es Pegaso» a «Pegaso existe». La objeción común a Meinong es que la dificultad reaparecería en los enunciados de subsistencia negativos tales como «Pegaso no subsiste». Necesitaríamos una nueva explicación de cómo podrían ser verdaderos estos enunciados.



* La parte final de la interrogación trata de reproducir el juego de palabras del original Parmenide's reasoning about about. (N. del T.)