Cuando encendemos una vela, la
llama crece; pero pronto se instala en un estado estacionario, y se mantiene
encendida mientras quede mecha y cera. La vida es un fenómeno similar: una
combustión controlada, un flujo de energía estructurado. Esto es más que una
analogía. En efecto, los animales obtienen su energía de la reacción del
oxígeno con compuestos ricos en hidrógeno, del mismo modo que la llama de una
vela se mantiene «viva» siempre que haya oxígeno para la combustión de la cera
rica en hidrógeno. Por supuesto, hay diferencias fundamentales. Para empezar,
los organismos «queman» su combustible a temperaturas mucho más bajas, y este
«fuego» implica no sólo el mantenimiento de una estructura concreta durante un
tiempo relativamente corto, sino la reproducción de su forma y función antes de
extinguirse (por culpa de un accidente fatal o el inevitable deterioro). La
vida, como el fuego, se propaga. Sin embargo, a diferencia de las llamas, los
organismos vivos se reproducen. Y, puesto que varían en su reproducción (que
nunca es un proceso perfecto) y no todas las variantes sobreviven, la vida
evoluciona. También exhibe, en conjunto, una suerte de prudencia, que le ha
permitido mantenerse durante más de 3500 millones de años, en lugar de arder
como un fugaz meteorito en la noche. Las formas de vida demasiado glotonas
agotan sus fuentes de energía y declinan, mientras que las dotadas de
inteligencia natural para racionar sus recursos o explotar otros nuevos quizá
no brillen como una estrella fugaz, pero sobreviven. Se estima que la gran
explosión, el big bang, que dio origen al universo se produjo hace
15.000 millones de años. La vida tiene alrededor de un tercio de esa edad. Como
escribió, con licencia poética, Joseph Brodsky, estamos más cerca de la gran
explosión que de Roma. Si buscamos nuestros orígenes en las transformaciones
naturales, en el ciclo de la materia asociado al flujo de energía, no hace
falta ninguna licencia poética para dar la razón a Brodsky. La ciencia que
desarrollaremos en este libro trata de la energía y sus transformaciones en los
sistemas complejos.