Capítulo
1
Arthur Schopenhauer estuvo a punto de nacer en
Inglaterra. Así lo quería
En cuanto filósofo, sin embargo, y para la opinión
pública, Arthur Schopenhauer nació
efectivamente en Inglaterra. Tenía sesenta y cuatro años y había completado ya la obra de su existencia sin que el público le prestase mayor atención
cuando, en abril de 1853, un
periódico inglés, el Westminster and Foreign Quarterly
Review, sacó a la
luz a este Kaspar Hauser de
la filosofía alemana.
Con las siguientes palabras presenta el periódico
ante el público inglés, para el que la fiebre especulativa de
Alemania no es más que una extravagancia, a
un filósofo desconocido hasta el momento:
«Muy pocos de nuestros lectores ingleses conocen el
nombre de Arthur Schopenhauer. Y menos
todavía serán los que sepan que el oscuro individuo al que este nombre
pertenece ha trabajado, desde hace cuarenta años, por el
derrumbamiento de todo el
La detonación de este artículo,
sin embargo, se escuchó de inmediato, incluso en Alemania,
donde el Vossische Zeitung publicó
una traducción. El elogio que llegaba desde la isla era con
todo demasiado estridente:
«Sólo
muy pocos tendrán idea de que Arthur Schopenhauer
es uno de los escritores universales más geniales y dignos de ser leídos, gran teórico, de erudición
universal, fuerza inagotable en la
clarificación de los problemas, lógica estremecedora e inexorable consecuencia. Para colmo, posee la cualidad,
divertida en
extremo –excepto para el afectado–, de dar en