Traven, B. |
SINOPSIS
Refiere la leyenda que los dioses de la oscuridad envidiaban la felicidad del mundo y por ello extinguieron el sol a fin de hundir a los hombres en las tinieblas: Chicovaneg, un joven guerrero, emprenderá la creación de un nuevo sol a cambio de su vida. Se dice que cuando Hernán Cortés obsequió a los indígenas de Petén con un caballo por su hospitalidad, lo adoraron como a un dios que cien años después los evangelizadores descubrieron en forma de ídolo. La conseja popular asegura que los ladrones en México se amparan en santos que los asisten en sus fechorías, pero ¿qué sucede cuando un pillo, a causa de una novia derrochadora, incumple su promesa de entregar al santo parte del botín? Se cuenta que un milagro salvó a Cipriano, sacristán de una parroquia, de la ira del cura y de su destitución cuando unos perros tiraron la estatua de la Virgen María a las llamas. Leyendas, cuentos, estampas, crónicas: pocos escritores retrataron con tanta precisión crítica al indígena y las debilidades humanas a comienzos del siglo xx como B. Traven.
B. Traven,
muerto en México en 1969, empleó varios seudónimos a lo largo de una vida plena de aventuras, entre otros, el del actor y escritor anarquista Ret Marut, condenado a muerte por sus actividades políticas en Baviera en 1918, el de Hal Croves, autor de los guiones y representante del narrador B. Traven durante el rodaje por parte de John Huston de la novela El tesoro de la Sierra Madre, y el del enigmático ingeniero Torsvan residente en Acapulco. A partir de los años veinte en los que Traven, con máxima discreción, comenzó a enviar desde México su obra a Alemania, donde buena parte se publicó por primera vez, sus novelas y relatos, entre los que destacan El barco de los muertos, La rebelión de los colgados, El puente en la selva, y la inexplicablemente inédita en castellano Trozas (que pronto rescataremos para nuestro catálogo) han sido traducidas a todas las lenguas y han gozado del favor de más de treinta millones de lectores en todo el mundo.