Baroja, Pío
NARRATIVA (F). Novela
Enero 2006 Andanzas CA 592 ISBN: 978-84-8310-325-8 584 pág. 21,15 € (IVA no incluido) |
SINOPSIS
Escritas
entre 1907 y 1911, en una época en que el propio Baroja consideraba que «estaba
en el máximo de energía intelectual», las novelas La dama errante, La ciudad de
la niebla y El árbol de la ciencia
reflejan en gran medida la concepción del mundo y del hombre que tenía su
autor. Ofrecen, en ese sentido, una excelente oportunidad para, con ocasión del
cincuentenario de su muerte, conocer a uno de los narradores más brillantes en
lengua española, que sedujo, entre otros, a escritores tan distintos como
Ortega y Gasset, Antonio Machado, Camilo José Cela, Josep Pla, Ernest Hemingway
y Juan Benet.
La dama errante, que abre la trilogía, se inspira en el atentado
perpetrado en la madrileña calle Mayor contra los reyes de España el día en que
se casaron (31 de mayo de 1906), y que impresionó vivamente a Baroja porque
conocía a varios de los que intervinieron en él. El doctor Aracil, que vive con
su única hija, María, simpatiza un día con Nino Brull, un terrorista catalán.
Tras cometer el atentado, Nino Brull busca refugio en casa del doctor. La
policía busca al doctor por sus conexiones con el terrorista, y Aracil y María
huyen a Portugal, desde donde partirán a Inglaterra.
En La ciudad de la niebla, Baroja retoma las andanzas del doctor
Aracil y su hija María. Instalados ya en Londres, padre e hija permanecen
unidos hasta que el doctor se casa con la señora Rinaldi, una viuda
sudamericana. Tras la boda, María lucha en soledad por abrirse camino en la
dureza de la vida londinense.
La tercera novela, El árbol de la ciencia, es la más
autobiográfica de cuantas escribió Baroja y también la más conocida. Narra en
ella la vida de Andrés Hurtado desde el comienzo de sus estudios de medicina. El
menor atisbo de felicidad asoma en su existencia vulgar: una facultad agria,
una familia poco afectuosa y unos amigos nada generosos. Su propia profesión le
sirve para odiar más a los hombres, y sólo junto a Lulú, una muchacha atrevida
y que rebosa ternura, encuentra Andrés cierta felicidad.
Pío Baroja nació en
San Sebastián en 1872. Estudió Medicina en Madrid y Valencia, y en 1900 publica
su primer título. Dedicado desde entonces a la literatura, Baroja construye un
mundo narrativo heterogéneo, en el que convergen la crónica histórica y política,
los ambientes proletarios del Madrid finisecular o la epopeya de los navegantes
vascos. Durante la guerra civil, Pío Baroja se refugió en París; regresó a
España en 1940, decidido a seguir escribiendo en un deliberado aislamiento.
Murió en Madrid en 1956.