Arenas, Reinaldo
NARRATIVA (F). Novela
Abril 2002 Fábula F 188/1 ISBN: 978-84-8310-811-6 240 pág. 7,64 € (IVA no incluido) |
SINOPSIS
«Creo que la época más fecunda de mi creación fue la infancia.(. . .) Aunque en la casa había siempre mucha gente, para llenar aquella soledad tan profunda que sentía en medio del ruido, poblé todo aquel campo de personajes y apariciones casi míticos y sobrenaturales.» Estas palabras de Reinaldo Arenas, escritas en otro lugar, nos dicen que Celestino, el niño de esta historia, no es otro que su alma gemela. Para Celestino, su casa también es un endiablado enjambre; tampoco su madre y sus abuelos entienden por qué no cesa de escribir por todas partes, hasta en las hojas de los árboles; a él también le gritan y amenazan mientras se hostigan entre sí. No en vano, cuando el narrador se asoma al pozo de la casa, ve reflejado a Celestino; tampoco es de extrañar que éste, como el narrador, pueble su mundo de fantasmagóricos espíritus, seres y hechos extraordinarios, que habitan también sus escritos, refugio de su insufrible pobre realidad.
Reinaldo Arenas nació en Holguín
(Cuba), en 1943. Hijo de una familia de campesinos, se adhirió al principio a
la revolución castrista, pero su rebeldía contra todo dogmatismo no tardó en
convertirlo en un «peligro social». Tras unas penosas vicisitudes, que narró en
su memorable autobiografía Antes que anochezca (Andanzas 165 y Fábula
55), traducida a 16 lenguas, llevada al cine por Julian Schnabel y
protagonizada por Javier Bardem, Arenas escapó de Cuba y se instaló en Nueva
York, donde, enfermo de sida, se suicidó en 1990. Tusquets Editores ha
publicado su célebre «pentagonía», integrada por los títulos Celestino antes
del alba, El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar,
El color del verano y El asalto (Andanzas 395, 428, 463, 357 y
497), y las novelas El mundo alucinante (Andanzas 314 y Fábula 177) y El
portero (Andanzas 526 y Fábula 260). En el presente volumen, compuesto por
relatos fechados entre 1964 y 1982, la telúrica imaginación del escritor cubano
pone ante el lector un mundo de opresión, de sensualidad desbocada y recelos,
de soledad y traiciones, un mundo donde sólo el arte y la literatura parecen
aportar alguna luz.