El cándido, pícaro, aventurero y exaltado fray Servando Teresa de Mier, célebre personaje histórico convertido para la ficción en protagonista de esta novela, fue un fraile mexicano de la orden de los predicadores que vivió a caballo de los siglos XVIII y XIX, por sus poco ortodoxas ideas sufrió persecuciones, destierros, y dio numerosas veces con sus huesos en la cárcel. En sus incansables andanzas -incluso su cadáver fue trasegado de acá para allá-, recorrió, entre otros países, la España de Carlos IV y Godoy, la Francia de Chateaubriand y Madame de Staël, la Inglaterra de Lady Hamilton, Italia, Estados Unidos («país donde por cada respiro hay que pagar un impuesto», comenta fray Servando) y Cuba. No en vano, trascendiendo la simple biografía y haciendo una pirueta literaria en la mejor tradición del barroco cubano, Reinaldo Arenas va tejiendo una auténtica novela de aventuras, como él mismo la subtitula, hasta otorgarle una dimensión fabulosa, casi mítica.
Reinaldo Arenas nació en Holguín
(Cuba), en 1943. Hijo de una familia de campesinos, se adhirió al principio a
la revolución castrista, pero su rebeldía contra todo dogmatismo no tardó en
convertirlo en un «peligro social». Tras unas penosas vicisitudes, que narró en
su memorable autobiografía Antes que anochezca (Andanzas 165 y Fábula
55), traducida a 16 lenguas, llevada al cine por Julian Schnabel y
protagonizada por Javier Bardem, Arenas escapó de Cuba y se instaló en Nueva
York, donde, enfermo de sida, se suicidó en 1990. Tusquets Editores ha
publicado su célebre «pentagonía», integrada por los títulos Celestino antes
del alba, El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar,
El color del verano y El asalto (Andanzas 395, 428, 463, 357 y
497), y las novelas El mundo alucinante (Andanzas 314 y Fábula 177) y El
portero (Andanzas 526 y Fábula 260). En el presente volumen, compuesto por
relatos fechados entre 1964 y 1982, la telúrica imaginación del escritor cubano
pone ante el lector un mundo de opresión, de sensualidad desbocada y recelos,
de soledad y traiciones, un mundo donde sólo el arte y la literatura parecen
aportar alguna luz.