Tras un debut deslumbrante con Puer profeta, merecedor del premio Adonais en 1989 y celebrado por su extraordinaria potencia expresiva e imaginativa, Juan Carlos Marset nos entrega un libro que ha ido escribiendo a lo largo de casi una década. Con la misma andadura rítmica, reposada y de largo aliento, de su ópera prima, «reconcentrada, transparente y cierta» -como fue descrita por María Zambrano-, «de gran sentido rítmico y profundamente reflexiva» -a juicio de Claudio Rodríguez-, Leyenda napolitana mantiene esa misma voz, pero ahora coloreada de nuevos mundos y gamas rítmicas.
La experiencia poética de la Ciudad, que repite en su marasmo todas las ciudades, sigue estando presente en este nuevo libro, aunque desplazada de lugar y continente : desde la ciudad de Nueva York en Puer profeta, donde Marset vivió entre 1985 y 1990, a otra ciudad Nueva, la Nea-polis de la Italia meridional, donde residió al principio de los noventa y a la que no ha dejado de regresar desde entonces. En uno y otro caso, se puede detectar un tono de crítica social, velado por una fina ironía, que apunta al enigma de nuestro tiempo : el no ser de ninguna parte -o más bien, el tener lugar sólo en la suspensión entre la nostalgia y la añoranza- y, sin embargo, reconocer en esta falta de patria el rasgo fontanal de nuestro ser.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Juan Carlos Marset
nació en Albacete en 1963. Master of Arts y Master of Philosophy, se doctoró en filosofía en la Universidad de Columbia (Nueva York), en cuya Casa Hispánica ejerció como profesor de lengua española de 1987 a 1990. Ha recibido la Beca de Investigación de la Fundación Banco Exterior en el Área de Filosofía y la beca internacional «Federico Chabod» del Istituto Italiano per gli Studi Storici de Nápoles. Colaborador de María Zambrano en la edición del libro Notas de un método (1989), desde 1995 edita la revista de arte, música y literatura Sibila. En la actualidad es profesor de estética y teoría de las artes en la Universidad de Sevilla y coordinador de la programación de música contemporánea del Teatro Central de esa misma ciudad. Su primer libro de poemas, Puer profeta, fue calificado por María Zambrano como «una epifanía en una forma poética reconcentrada, transparente y cierta».