Con la luna
de marzo llegó / la foto y todos / estábamos vivos...» Desde la perspectiva
sonámbula que se intuye en estos versos cabe leer el singularísimo libro de Olvido
García Valdés: un espacio en el que se funden la aguda realidad del mundo
y la conciencia de irrealidad de la vida. El paisaje y sus animales, las
imágenes de la memoria, los ciclos de la naturaleza, las condiciones de
existencia de las mujeres, las evocaciones oníricas, el trasunto pictórico de
las escenas, los objetos domésticos... todo parece estar bañado por una luz
extraña y abisal. Hasta que el lector comprende que quien habla ha conocido la
confidencia de la muerte, que sus ojos han sentido esa penumbra bullente
próxima a lo inorgánico. Y bajo una mirada así la vida no sólo resulta
precaria, sino irreal; nuestra presencia, aleatoria; evanescentes, las
relaciones con los otros; pero en la trama que tejen fragilidad y muerte, en el
libro asoma otra línea de fuerza: la necesidad de recuperar paulatinamente la
naturalidad de sentirse vivo y dar cuenta del mundo.
Con su diversidad de formatos,
donde lo breve y fragmentario convive con lo extenso, el verso con la prosa,
con su ascetismo verbal y sus insólitas transiciones, con su pretendido aire de
piezas inacabadas —saturadas, en realidad, de significación—, las composiciones
de Y todos estábamos vivos van
fraguando uno de los recorridos emocionales más intensos y complejos de la
poesía española contemporánea.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Uno de los valores más sólidos de la poesía española actual... Absolutamente recomendable.
Víctor García de la Concha, ABC Cultural
Por muchos considerada la mejor poeta española del siglo... leí de un tirón ella, los pájaros, un conjunto de poemas que me deslumbró como sólo puede deslumbrar la poesía verdadera... Mucho después, leí caza nocturna, y mi admiración por ella, si cabe, creció aún más.
Roberto Bolaño
Olvido García Valdés nació en Santianes de Pravia (Asturias) el 2 de diciembre de 1950. Licenciada en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y en Filosofía por la de Valladolid, ha sido profesora en Toledo y directora del Instituto Cervantes en Toulouse. Codirectora de la revista Los Infolios y miembro fundador de El signo del gorrión, ha desarrollado una amplia labor crítica sobre poesía y sobre arte. Es autora de seis libros de poemas: El tercer jardín (1986), Exposición (1990, Premio Ícaro de Literatura), ella, los pájaros (1994, Premio Leonor), caza nocturna (1997), Del ojo al hueso (2001) y, en esta misma colección, Y todos estábamos vivos (2006), que mereció el Premio Nacional de Poesía, libros todos ellos reunidos en 2008 en el volumen Esa polilla que delante de mí revolotea. Ha publicado el ensayo biográfico Teresa de Jesús (2001). Ha traducido a Pier Paolo Pasolini (La religión de mi tiempo, Larga carretera de arena) y, en colaboración, una amplia antología poética de Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva, El canto y la ceniza. A su vez, sus poemas se han traducido al sueco, francés, italiano, inglés, alemán, portugués, polaco, rumano y árabe.