Cuatro años después del éxito cosechado por Fámulo (Premio Nacional de la Crítica 2009), Francisco Ferrer Lerín ofrece a sus lectores su nuevo libro de poemas, con su característica «escritura fronteriza», una muestra de osadía formal y experimentación que subraya la potencia esencial de sus palabras. Sus poemas, dotados de un raro poder hipnótico e impregnados de un singular sentido del humor, abordan la crueldad de la naturaleza, y su personalísima nostalgia de una juventud y un tiempo de esplendor, echando mano de la historia natural, las referencias cultas y populares, la enumeración impetuosa, la riqueza léxica, el apunte toponímico.
Como dice de él Luis García Jambrina, «poeta que había sido engullido por su propia leyenda, Ferrer Lerín vuelve a cobrar vigencia con una forma de escritura radicalmente distinta y alternativa a la que ha predominado en estos veinte años».INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942)
es sin duda uno de los poetas más originales y «problemáticos» de la segunda
mitad del siglo xx.
Su dilatado silencio a partir de 1971 –sólo roto en 1987 por la publicación de
su tercer y último libro de poemas y en 2005 por la aparición de su novela Níquel–
y su temprano apartamiento del mundo literario para dedicarse a una de sus
principales obsesiones, la ornitología, y en particular la defensa de las grandes
especies necrófagas peninsulares, acabaron por convertirlo en una rareza y en
una leyenda. Su persona ha aparecido en la obra de Enrique Vila-Matas
(Bartleby y compañía) y en la de Félix
de Azúa (Diario de un hombre humillado). Es
autor de los libros de poesía De
las condiciones humanas (1964), La
hora oval (1971) y Cónsul
(1987), que agrupó en el volumen Ciudad
propia (2006). Entre sus obras en prosa, destacan la novela Níquel (2005), el Bestiario (2007) y las bibliofilias
y facsímiles que componen Papur
(2008). «Poeta
que había sido engullido por su propia leyenda, Ferrer Lerín
vuelve a cobrar vigencia con una forma de escritura radicalmente distinta y
alternativa a la que ha predominado en estos veinte años» (L. García Jambrina, Abc). «Una verdadera
experiencia de lectura» (Túa Blesa,
El Cultural). «Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con unos poemas» (Joan de Segarra, La
Vanguardia).