¿Qué es el
Golem ? ¿Un fantasma ? ¿Un monstruo legendario ? ¿O su propio
doble, querido lector ?
Ese otro yo
fantasmal y monstruoso que usted oculta, pero que está ahí, en su inconsciente,
en sus sueños…
El
Golem, escrito por Gustav
Meyrink en 1915, es ya hoy en día un clásico de la literatura fantástica.
Esta extraordinaria creación cabalística pasó a ser con el tiempo, al igual que
otras importantes novelas de este género, más una imagen cinematográfica que
una obra literaria. No obstante, El
Golem sigue siendo una de las grandes obras de nuestro siglo, su autor, una
figura destacada en la ilustre galería de los célebres malditos, y este
personaje —o esta sombra—al que Meyrink dio vida en el ghetto judío de Praga
aún puede, ahora, de pronto, al doblar una esquina, aparecérsele en cualquier
momento, en cualquier parte del mundo.
Nació en Viena, en 1868. Tuvo una infancia y una adolescencia conflictivas por ser hijo natural de un ministro wurtemburgués. Se sabe que trabajó primero en un banco y que estuvo a punto de suicidarse. Mientras frecuenta los círculos esotéricos de Praga, Munich y Viena, publica sus escritos sobre estos temas en la revista Simplizissimus. Se interesó siempre por los fenómenos paranormales y, en El dominio blanco (1921), escribió: “Se aproxima la hora en que el espiritismo va a cubrir la humanidad como una meca pestilente”. Corresponsal de Kafka y Thomas Mann, terminó sus días, al correr del año 1932, acusado de herejía: su nombre figuraba en las primeras listas negras de los nazis. Toda la obra de Gustav Meyrink es una constate búsqueda de lucidez, de la elucidación de los oscuros vericuetos de la actividad oculta y negada del hombre. Sus novelas más importantes son, además de las citadas, El rostro verde (1916) y El túnel en la ventana de Occidente.