El
mal mundo, de Luis Antonio de Villena, ganó el XXI Premio La sonrisa vertical en febrero de 1999.
Un
erotismo vital, explosivo e incontenible es lo que une los dos relatos que componen El mal mundo, un libro que explora,
en un brillante tono poético, el sexo y el amor en dos etapas muy distintas de
la vida. Como escribe el propio Luis
Antonio de Villena en el Postfacio
que cierra el volumen, los dos textos narran “amores cotidianos y raros,
singulares y frecuentísimos. Amores que intentan abolir -desde lo muy
masculino- el entendimiento del sexo y la ternura como compartimentos estancos
e infranqueables. Son relatos de carne, de sexo, de labios y -si se mira
atentamente- también de amor y amistad.
El erotismo no puede ser la negación de una caricia”. Amores de
homosexualidad -aunque sus protagonistas no sean homosexuales- que desbordan
pasión y arrebato.
“La bendita pureza” cuenta la historia, allá por el año 1965, de dos compañeros de colegio, Tomás y Fernando, y de su progresiva y mutua atracción, que se interrumpe
bruscamente con la llegada de las vacaciones de verano. Muchos años después, Tomás, ya casado y padre de familia,
rememora aquellos meses de felicidad, aquella entrega total, aquella explosión
de amor y de sexo adolescentes.
En el segundo relato, “El mal mundo”, son dos jóvenes “prostitutos”, Vladimir y Alfonso, el uno cubano y el otro portugués, quienes van enzarzándose en una relación que discurre en el turbio reino de la noche y del exceso. Ante la envidia del pintor Claudio Prego, cuyo deseo por Vladimir le llevará a la autodestrucción, los dos jóvenes recorren las sinuosas estancias de ese exceso que, para satisfacer sus complejos anhelos y sus instintos, les conducirá, conscientes del sabor de la vida, a situaciones límite.
Luis Antonio de Villena nació en Madrid en 1951. Publicó su primer libro de poemas
a los diecinueve años. Huir del invierno
mereció en 1981 el Premio de la Crítica
y en 1998 publicó Celebración del
libertino que obtuvo el Premio
Ciudad de Melilla. Reunió en 1990 su hasta entonces obra poética completa
en La belleza impura. Excelente
antólogo y estudioso de la poesía española contemporánea, también ha traducido
a poetas de la talla de Sandro Penna o Ted Hughes. Ensayista, biógrafo de
personajes heterodoxos como Oscar Wilde y Luis de Baviera, o del mundo del arte
como Caravaggio, Villena también es
autor de novelas y relatos, entre los que destacamos Chicos (1989), Divino (1994), El burdel de Lord Byron (Premio Azorín 1995), Fácil (1996) y El charlatán crepuscular (2000).