Entre los
libros inéditos que el poeta Manuel Padorno dejó a su muerte, Edenia se publica ahora tal y como lo
preparó su autor en el año 2000. Su escritura coincide temporalmente con la de Canción atlántica, y podría decirse que Canción buscaba lo que se entre-vé, y en
cierto modo se encuentra, en Edenia:
un territorio concreto pero imposible, multidimensional; es «la otra realidad»,
en la que todas las categorías de la percepción y del entendimiento y las
coordenadas culturales y físicas habituales resultan alteradas a la vez que
enlazadas en múltiples perspectivas. Edenia es un país físico e imaginario
donde los objetos reales y su percepción –las estaciones del año, presente y
pasado, la casa y el río, el mar y el campo– ruedan suavemente, como si
pudieran ser, a un tiempo, ellos mismos y sus contrapartidas. Y no se trata de
una poesía mística (a la antigua o nueva usanza), ni metafísica, ni mucho menos
esotérica o bucólica; tampoco tiende hacia una dimensión trascendente.
Edenia es un libro que conviene leer despacio y en voz alta, para
que –gracias a la poderosa imaginación de Manuel Padorno, su rigor, precisión y
fluidez expresiva, la musicalidad y resonancia de su palabra, la rei-teración,
los ecos y seriaciones, los quiebros sintácticos y perceptivos– se vaya creando
alrededor del lector una especie de contraandamiaje con el que gozar de este
mundo audazmente concebido.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Sobre Canción atlántica
Uno de los libros más coherentes,
ambiciosos y originales de la última década. Un verdadero acontecimiento.
Luis García Jambrina, ABC Cultural
Es un empeño poético mayor, fábula y canto de la creación de un mundo que el autor descubre y nos da a descubrir.
Ángel L. Prieto de Paula, El País
Manuel Padorno nació en
Canarias en 1933. Des-pués de un breve paréntesis en Barcelona, su familia se
instaló en Las Palmas, donde él estudió bachille-rato y se inició en sus
grandes pasiones: la pintura y la poesía. Trabajó como editor en Madrid, donde
vivió hasta mediados de los años ochenta, en que se trasladó a Punta Brava, en
Las Palmas. Falleció en Madrid en mayo de 2002. En 1955 apareció su primer
libro, Oí crecer las palomas, y
después publicó más de una veintena de títulos de poesía, entre los que destacan
A la sombra del mar (1963), Coral Juan García (1977), Una bebida desconocida (1986), El náufrago sale (1989), Desnudo en Punta Brava (1990), Éxtasis (1993) y dos volúmenes, ambos
publi-cados por Tusquets Editores: Hacia otra
realidad y Canción atlántica. Padorno
mereció galardones como el Premio Canarias de Literatura (1990), el Premio
Nacional Pablo Iglesias de Letras y Pensamiento (1993) y el Primer Premio
Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas.