Este libro deshace una buena parte de los equívocos que normalmente se proyectan sobre el evolucionismo; y sobre todo es un intento serio de explicar basándose en la teoría de Darwin cómo han podido llegar a existir formas de vida tan increíblemente complejas como nosotros mismos, a partir de los más simples materiales. En sus páginas, Dawkins rebate discursos teológicos acerca de la figura de Dios como creador de vida y explica cómo se puede conseguir la complejidad mediante la evolución. En la parte final del libro, el autor cuestiona otras teorías que han tratado de explicar la variedad de formas de vida y que van desde el creacionismo hasta el lamarckismo.
Richard
Dawkins nació en Nairobi en 1941 y se educó en la Universidad de Oxford. Ha obtenido las cátedras Gifford de la Universidad de Glasgow y Sidwick del Newnham College de Cambridge. Además de enseñar zoología en las universidades de California y Oxford, ha presentado programas de televisión en la BBC y dirigido varias publicaciones científicas. En 1995 se convirtió en el primer titular de la recién creada cátedra Charles Simony de Divulgación Científica en la Universidad de Oxford. Autor de títulos tan decisivos como El gen egoísta (1976 y 1989), El fenotipo extendido (1982), El relojero ciego (1986) o River Out of Eden (1995), de él ya publicamos en 1998 y 2000 Escalando el monte Improbable (Metatemas 53) y Destejiendo el arco iris (Metatemas 58).