Durante la segunda guerra mundial, la tranquila ciudad de Lisboa se convirtió en la última puerta de embarque para la libertad. En efecto, la capital portuguesa y sus alrededores no tardaron en ser considerados un oasis por los privilegiados que podían gozar de sus restaurantes, sus playas cercanas o el célebre casino de Estoril, pero también fueron una peligrosa ratonera para miles de refugiados que, huyendo del infierno nazi, trataban de poner rumbo a Estados Unidos o Inglaterra. En los años de la contienda, aprovechando la precaria neutralidad portuguesa, pulularon por Lisboa agentes secretos de ambos bandos (entre ellos, Ian Fleming), embajadores del Eje y de los Aliados, aristócratas como los incómodos duques de Windsor, estrellas cinematográficas, tropas de paso y gente corriente, arruinada tras una peligrosa evasión a través de la Francia ocupada y la España franquista.
La ruta de Lisboa narra impresionantes historias en las que se mezclan el heroísmo y la mezquindad con el sufrimiento de cuantos vieron su vida destrozada por la guerra; expone la calculada ambigüedad con la que movieron sus fichas los dictadores Salazar y Franco a medida que avanzaba la contienda, y retrata las peripecias de actores como Leslie Howard, escritores como Koestler y Greene o el agente doble Juan Pujol, alias «Garbo», el espía barcelonés cuya actuación determinó en gran medida el curso final de la guerra.INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA