Entre enero y julio de 1919, tras la
primera guerra mundial –ese devastador conflicto cuyas consecuencias se
extendieron hasta Oriente Próximo y zonas de Asia y África–, dirigentes de todo
el mundo llegaron a París para tratar de organizar una paz duradera. En esa Conferencia
de Paz, los «tres grandes» –el presidente estadounidense Woodrow Wilson, más
los primeros ministros de Inglaterra y Francia, David Lloyd George y Georges
Clemenceau– se enfrentaban a una tarea gigantesca: volver a poner en pie una
Europa en ruinas, detener el avance de la reciente Revolución rusa y gestionar
el inestable equilibrio de poderes tras la desaparición de viejos imperios y la
aparición de nuevas entidades políticas, como Iraq, Yugoslavia o Palestina.
El apasionante y pormenorizado relato de unas
negociaciones en que se ventilaba sin compasión el destino de los más variados
pueblos y naciones hace de París, 1919
un libro fundamental para entender los conflictos del último siglo y descubrir
la cara oculta y poco amable de la diplomacia internacional; aunque no menos
fascinante es la galería de retratos de personajes como Lawrence de Arabia,
Winston Churchill o Ho Chi Minh, que años después acabarían adquiriendo un
papel preponderante.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Una fascinante obra de historia.
TONY BLAIR,GUARDIAN
Este libro nos recuerda la principal lección
que aprendimos a tan alto coste en París
en 1919: la paz no es algo que pueda
imponerse en una mesa de negociaciones;
sólo puede crecer en el corazón de la gente.
LOS ANGELES TIMES
Magníficamente escrito, lleno de buen juicio
y sabiduría.
SAN FRANCISCO CHRONICLE
Margaret MacMillan es historiadora. Estudió en las universidades de
Toronto y Oxford, y en esta última se doctoró. Durante veinticinco años
impartió clases en la Ryerson University. Entre 1995 y 2003 trabajó como
redactora del International Journal.
En la actualidad es rectora del Trinity College y profesora de Historia en la
Universidad de Toronto. París, 1919, una de
las obras más premiadas en la historia de su género, obtuvo el Duff Cooper
Prize, el Samuel Johnson Prize 2002 para obras de no ficción, el PEN
Hessel-Titman Prize de Historia, el Arthur Ross Book Award y el Governor-General’s
Prize 2003 de no ficción.