El caudillismo en el noreste mexicano está encarnado en el neoleonés Santiago Vidaurri, quien durante la segunda mitad del siglo xix fue un personaje fundamental en la delimitación administrativa de los estados de Coahuila y Nuevo León y en el impulso económico de Monterrey. Su debut en el turbulento escenario político del México decimonónico fue tan radical que lo llevó a soñar con una república de la Sierra Madre, si bien su olfato estadista le permitió navegar entre las complicadas circunstancias de la época, aunque sin desatender ni dejar de sufrir la interminable «guerra viva» debida a las incursiones de los indígenas lipanes. Poco conocido entre la pléyade de héroes y villanos de su época, Vidaurri es casi un mito —para bien o para mal, como todo personaje público polémico— en el noreste de México.
Artemio Benavides Hinojosa despliega un exhaustivo estudio de los años más activos militar y políticamente de Santiago Vidaurri a partir de su férrea oposición ante Santa Anna, cuando en 1854 se adhirió al Plan de Ayutla y tomó, ya en mayo de 1855, la capital neoleonesa, desde donde divulgó su propio Plan de Monterrey que deparó en la anexión de Coahuila a Nuevo León. Vidaurri aprovechó la laxitud de la presidencia de Comonfort para afianzar su poder regional, pero su ambición desmedida durante la guerra de Reforma lo estampó contra el fracaso de la derrota militar en Ahualulco. Desde entonces perdió poder territorial y político respecto a Juárez, quien supo arrinconarlo con habilidad diplomática. Durante la guerra de Secesión estadounidense, Vidaurri, abandonando su prurito militar y aprovechándose de la debilidad del gobierno juarista, se dedicó al comercio con los confederados sureños. El final de este relato histórico, que también es el de la vida política de Vidaurri, recuerda su labor administrativa en el seno del estrambótico Segundo Imperio mexicano.
Artemio Benavides Hinojosa (Nuevo León, 1933) es licenciado en derecho por la Universidad de Nuevo León y maestro en sociología por la Universidad de Texas en Austin; también realizó estudios de derecho y ciencias políticas en la Universidad de París. Ha sido catedrático en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey –donde además dirigió su Biblioteca Central– y en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Fue director de la Universidad de Monterrey y del Archivo General del Estado de Nuevo León. Actualmente se desempeña como editorialista e investigador. Ha recibido varias distinciones nacionales, entre las que destaca el Premio Nacional del INBA por su obra de teatro Fray Servando o el espejo indiscreto (1984). Ha publicado, entre otros títulos, Sociedad, milicia y política en Nuevo León, siglos xviii y xix (2005) y La Constitución de 1857 y el noreste mexicano (2007). En 2009 apareció en Tusquets Editores su biografía de Bernardo Reyes (Tiempo de Memoria/Centenarios 4).