Desconocida hasta ahora para el lector español, Liz Jensen ocupa ya un lugar
preeminente en la nómina de novelistas británicos que desde antiguo han
recurrido con lucidez a la ironía y la
sátira. En la estela de Swift y Orwell, Jensen recrea en esta mordaz y ambiciosa fábula futurista un mundo
feliz, Atlántica, en el que
introduce la sospecha apenas velada de que, si los sueños de la razón producen monstruos, los del mercado
producirán sociedades de pesadilla.
La isla artificial de Atlántica,
un prodigio de la ingeniería en medio del océano, ha prosperado sirviendo de
vertedero de todo el planeta. Rica y envidiada, la isla está a un paso de la
utopía. O al menos esa idea quiere «vender» la Corporación La Libertad, la organización que la administra como si
fuera un hipermercado con cinco millones de clientes. Porque, en Atlántica, la mercadotecnia ha
reemplazado a la política, y a los ciudadanos se les considera... clientes.
Pero algo huele a podrido en este paraíso del consumo, y ni siquiera el
intensivo tratamiento de aromaterapia programado por La Libertad puede enmascarar el hedor. Harvey Kidd, el narrador, un «producto defectuoso» de la sociedad,
se convertirá en el chivo expiatorio de todos los males de la isla. Encarcelado
en un barco-prisión, este huérfano que se inventa su propia familia,
defraudador compulsivo, donnadie vocacional, antihéroe en todos los sentidos,
se pasa las horas confeccionando figuras con papel maché que masca él mismo y
preguntándose qué ha hecho para merecer tan aciaga suerte...
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Liz Jensen nació en Oxfordshire, Reino Unido, en 1959, y en la actualidad
vive en Londres. Periodista y productora radiofónica, sus novelas han abordado los más diversos temas: desde una revisión surrealista
del darwinismo (Ark Baby, 1998) a la mordaz fábula futurista El mascador de papel o el melodrama sobre la maternidad
posesiva y el autoengaño
Las vidas de Louis Drax, ambas publicadas
en Tusquets Editores. Guerra en la familia fue seleccionada para el Orange Prize de Ficción. La variedad de intereses e inspiraciones no ha impedido que Jensen haya adquirido
una voz narrativa propia y reconocible en el abigarrado
panorama de las letras británicas,
con rasgos que recorren todas
sus obras como la ironía o la habilidad en la creación de tramas y personajes.