Un viajero
inglés conoce a una enigmática y elegante dama francesa, Berthe de Rennes, que
vive retirada, dedicada a pintar, en la isla egea de Mitilene. Cautivado por
uno de sus cuadros, en el que aparece un bullicioso puerto del Caribe a los
pies de un volcán, poco a poco el viajero se gana la confianza de Berthe, y
ésta empieza a hablarle de cierta isla antillana, Saint-Jacques, al oeste de
María Galante y de Dominica, un exótico paraje en el que, entre finales del
siglo XIX y principios del XX, transcurrió su juventud.
Institutriz de los cinco hijos de
los Serindan, una de las grandes familias aristocráticas de la isla, Berthe
vivió de cerca una dramática y romántica intriga en medio de las exuberantes
plantaciones, la displicencia de la nobleza criolla, la vitalidad de los negros
descendientes de esclavos y la omnipresencia del volcán.
Precisamente, en una noche del
martes de carnaval, mientras pasan las mascaradas por los salones abigarrados,
los numerosos invitados –incluidos el gobernador, el extravagante capitán
Joubert y la flor y nata de la isla– disfrutan de exquisiteces y suenan los
violines, la intriga cederá el protagonismo al humeante volcán.
Gran viajero, prosista finísimo y
hombre culto sin permitirse jamás caer en la pedantería, Fermor regala a los
lectores, con Los violines de
Saint-Jacques –una de sus escasas y por eso mismo valiosas obras de
ficción–, una auténtica joya en la que despliega todo su talento narrativo.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Un relato exuberante y bien construido, adornado con detalles precisos y que deparan profundos disfrutes. Una joya barroca hecha música.
Sunday Times
Magnífica. Una deliciosa pintura de la vida en una isla extraña y exótica, llena de encanto y colorido.
The Times Literary Supplement
Fermor evoca un pasado imaginario
con incansable ardor. Una obra hermosa
y cautivadora.
The Observer
De un exotismo elegante y vívido. Con melancolía filosófica, Los violines de
Saint-Jacques relata la historia de la isla y, como trasfondo, la historia de amor del último martes de carnaval.
The Times
Esta pequeña obra maestra es un perfecta demostración de genialidad.
Simon Winchester, autor de Krakatoa
Elegante y llena de sutilezas, mantiene su pulso narrativo a lo largo de sus páginas, todas ellas de una misteriosa belleza.
Glasgow Herald
Patrick Leigh Fermor (Londres, 1915 -Worcestershire, 10 de junio de 2011). Expulsado del King’s School (Canterbury), prácticamente fue autodidacta. A los dieciocho años viajó a pie hasta Estambul y luego por el Peloponeso. Alistado en 1939 en la Irish Guard, en la segunda guerra mundial luchó en Creta, donde ayudó a organizar la resistencia y dirigió la captura de Karl Kreipe, comandante alemán de la isla (episodio que dio lugar a la película I’ll met by moonlight, en la que Dirk Bogarde interpreta el papel de Fermor). Sus obras han merecido premios como el W.H. Smith Literary Award, el Thomas Cook Travel Award y el Duff Cooper Memorial Price, y fue miembro correspondiente de la Academia de Atenas.
Amigo y maestro reconocido de Bruce Chatwin, describió sus peripecias y travesías en sus siempre exquisitas obras, como es el caso de Los violines de Saint-Jacques, escrita en 1953, cuyas páginas se inspiran en su estancia en el Caribe.