INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Un escritor de raza.
José María Guelbenzu, El País
Una obra magnífica... El libro de la culpabilidad francesa. Se lee de un tirón,
con un nudo en la garganta.
Franz-Olivier Giesbert, Le Point
Le Clézio cuenta con la precisión de los grandes narradores, pero sin prescindir de la colaboración del lector, dando por sentados un saber de época y una complicidad activa.
Horacio Vázquez Rial, Babelia
Sobre La música del hambre
Esta obra son muchas cosas: una novela
sobre los orígenes, el adiós a la infancia,
el libro dedicado a la madre, la crónica de
un Apocalipsis anunciado, el retrato de una época donde lo maravilloso (los recuerdos del Índico) convivió con la abyección (la prensa antisemita), y el homenaje a una colonia de exiliados a los que la Historia ha zarandeado sin cesar.
Jerôme Garcin, Le Nouvel Observateur
Al cerrar el libro, queda en la memoria
del lector la severidad inapelable del autor
y su condena sin paliativos de una época imperdonable.
Agnès Vaquin, La Quinzaine Littéraire
Con gran habilidad, Le Clézio explora
el territorio del final de la infancia y la adolescencia... Intensa, oscura y luminosa
a la vez, La música del hambre es el libro desgarrador de un hijo, Le Clézio, escrito
«en memoria de una muchacha que fue a
su pesar una heroína a los veinte años», su madre. No te olvidaremos, querida Ethel Brun.
Alexandre Fillon, Lire
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