“...Puede decirse que fue el miedo
el único sentimiento que dio algo de vida a mi alma, y el único que siempre me
llegaron a inspirar los seres humanos...”, confiesa uno de los atormentados
protagonistas de esta inquietante serie de relatos del poeta, ensayista y
traductor Leopolda María Panero. A través de ellos, su autor hace una
temprana y deslumbrante incursión en sus obsesiones favoritas: la pérdida de la
identidad, el ambiguo mundo de la infancia como paraíso (¿infierno?) perdido y
la angustia que suscita la omnipresencia del mal. Pero además de hacernos
pensa, El lugar del hijo es una auténtica colección de pesadillas,
capaces de dejar un poso de sombría desazón en el ánimo del lector.
Nació en
Madrid en 1948. Su extensa obra y, sobre todo, su vida no pueden entenderse sin
tener en cuenta la efervescencia cultural, la necesidad de rebeldía social y
los avatares políticos de la España de los años sesenta y setenta. Fue uno de
los «nueve novísimos» de la célebre antología de Castellet, y publicó su primer
libro de poemas, Por el camino de Swann, en 1968. A éste han seguido numerosos
poemarios, como Y la luz no es nuestra (1993), Mi cerebro es una rosa (1998) o
Guarida de un animal que no existe (1998). Como traductor, destaca
especialmente su versión de los cuentos humorísticos de Lewis Carroll, Matemática demente (Fábula 118). En
1999 Tusquets Editores publicó una extensa e iluminadora biografía de Leopoldo María Panero escrita por el
periodista de investigación J. Benito Fernández: El contorno del abismo (Andanzas 371).