El director de cine François Truffaut le decía al escritor
francés José Pierre en una carta:
«No es difícil enamorarse de la protagonista de su novela. Si encontrara una
actriz capaz de interpretar el papel de Teresa
tal como usted la describe y que diera la misma impresión de belleza (...) y de
humor, esa criatura sería la más espléndida actriz francesa durante un buen
puñado de años». Pero ¿quién o qué es Teresa?
Al acabar la novela, quizá podamos contestar, como el protagonista: Teresa
es... los castaños en flor.
Teresa es
una joven adorable que estudia filosofía, cuyo novio, Philippe, estudiante de ingeniería, se casará con ella en cuanto se
licencie. Pero Francis, hermano
menor de Philippe, cae pronto, a sus
diecisiete años, bajo el embrujo de Teresa.
Al atardecer, los tres ponen discos, fuman, charlan, bailan… ¿Se prepara una
tormenta? En absoluto. Teresa no
rechaza los acercamientos, cada vez menos tímidos, de Francis. Y, al cabo de unos meses, es Teresa la que quiere atraer a su inexperto futuro cuñado… ¿Hacia
dónde? Hacia un poético mundo lleno de ternura donde la inexperiencia
adolescente se transforma en gracia erótica, y donde la libertad es el camino
por el que poco a poco irá internándose Francis
—acompañado de Teresa, de Philippe y de las amigas y amigos de su
«maestra»— para experimentar, en su envidiable iniciación en el sexo, una
amplísima gama de vivencias que jamás olvidará.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Vanessa
Me ha gustado bastante, es fácil de leer y muy entretenido.
19/02/2003 · logroño
José Pierre
(Las Landas, 1927-París, 1999) participó activamente en el movimiento
surrealista de 1952 a 1969, y escribió numerosos ensayos sobre arte moderno y
artistas contemporáneos, algunas obras de teatro y varias novelas, la mayoría
de tono erótico, como La charité commence
par un baiser (1980) o Les
adolescences de Thérèse (1995). No obstante, los expertos coinciden en
afirmar que su obra maestra en el género es sin duda ¿Qué es Teresa?…
Publicada por primera vez en Francia en 1974, se distribuyó bajo mano, por lo
que evitó en un principio las censuras de que sería objeto más tarde, pero no
las alabanzas de autores de literatura erótica como André Pieyre de Mandiargues
o de críticos como Alain Bosquet.