Una obra de Chantal
Maillard siempre es un soplo de aire fresco. Poeta y filósofa experta en el
pensamiento oriental, Maillard juega
en Matar
a Platón, una vez más, una
partida con la nada y con la sinrazón de la existencia, y, una vez más, la
gana. Por su parte, el lector, a medida que avance por sus páginas, comprenderá
que la autora tiene muchas y buenas razones para desear acabar con el insigne
filósofo griego.
Matar a Platón es un único y extenso poema que gira en torno a un
instante, un acontecimiento en el que confluyen diversas vidas. Y «lo que
acontece» —un suceso lleno de dolor y muerte— se relata sin mentir ni traicionarlo,
sin encubrirlo con ideas abstractas ni evadirse en los conceptos. Así, tejiendo
en torno a ese instante una compleja red, Matar a Platón se convierte en un
juego de espejos, de imágenes, de miradas. La escritura rodea ese instante, lo
acecha, lo multiplica y, también, lo inventa: «Pero la herida no, la herida nos
precede, / no inventamos la herida».
Matar a Platón precede a otro poema, Escribir, una profesión de fe y una poética donde la autora reflexiona
acerca de la posibilidad y la imposibilidad de la escritura, de una escritura,
la suya, muy alejada —por contradictorio que parezca— de lo que da en llamarse
«literatura».
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
rita
Leí, te escribí y me fui a continuar mi novela.
Platón muere porque no encuentra amor.
saludos
rita
17/01/2005 · Rosario, Argentina
Chantal Maillard (Bruselas, 1951) reside en Málaga desde 1963 y, actualmente, también pasa largas temporadas en Barcelona. Doctora en filosofía y profesora titular de estética y teoría de las artes, hasta el año 2001 impartió docencia en la Universidad de Málaga. Ha vivido en Benarés, donde se especializó en filosofía y religiones indias. Es autora de Diarios indios y Husos, así como de numerosos ensayos, entre ellos Contra el arte, el más reciente. Considerada «una de las voces poéticas más intensas, honestas y radicales del panorama actual» (M.L. Blanco, El País), como poeta ha publicado, entre otros, los volúmenes Poemas a mi muerte (1994, Premio Santa Cruz de La Palma), Conjuros (2001), Lógica borrosa (2002) y, en esta misma colección, Matar a Platón (Marginales 218), que obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2004, e Hilos seguido de Cual (Marginales 243), que mereció el Premio de la Crítica de Andalucía y el Premio Nacional de la Crítica en 2007. Hainuwele, que en su primera versión apareció en 1990, fue galardonado con el Premio Ricardo Molina.