La vida de William Randolph Hearst
es la crónica de su voraz apetito de poder, de riqueza, de mujeres... Heredó un
periódico de su padre con apenas quince mil lectores y lo convirtió en el más
leído de Estados Unidos, con unos veinte millones de ejemplares y primera
piedra de un imperio de 28 periódicos, una agencia de prensa, varias cadenas de
radio, una constelación de revistas y el estudio cinematográfico más importante
de los años veinte. Su vocación política, de tinte populista, estuvo a punto de
convertirle en alcalde de Nueva York y en candidato demócrata a la presidencia.
Partidario vociferante de la participación estadounidense en la guerra
hispanocubana, defensor de los trabajadores pero ferozmente anticomunista
–llegó a publicar en sus periódicos textos de Hitler y Mussolini–, constructor
de casas fabulosas –como la legendaria finca de San Simeón, la Xanadú de Kane–,
coleccionista de amantes hasta la irrupción de Marion Davies... Una vida
apasionante que encuentra aquí su biografía definitiva.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Una biografía magistral de Hearst escrita con el nervio de un periodista de primera clase.
Kevin Starr, Los Angeles Times Book Review
Basta con abrir el libro para que la narración te arrastre.
Orville Schell, New York Times
El retrato de un editor fascinante, poderoso
y polémico, presentado como una importante historia cultural del surgimiento de los modernos medios de comunicación de masas.
Alan Brinkley
David Nasaw es
director del programa doctoral del departamento de Historia de la City
University de Nueva York, ciudad en la que reside. Es autor de varios ensayos,
ha trabajado como asesor histórico de numerosos documentales televisivos, y ha
publicado artículos en medios como The
New Yorker, Condé Nast Traveler, The Nation y W. Entre otras
distinciones, ha recibido las becas Fulbright y la del Fondo Nacional para las
Artes. Esta extraordinaria biografía del primer magnate de la prensa, y de uno
de los personajes que modeló Estados Unidos a principios del siglo XX, mereció
los premios Bancroft y J. Anthony Lukas. Gracias al acceso a los documentos más
privados de Hearst, Nasaw nos devuelve la verdadera imagen del hombre en quien
Orson Welles se basó para rodar Ciudadano
Kane.