Reconocida ya por su dominio del
género breve, Mercedes Abad nos
entrega en Amigos y fantasmas,
su esperado nuevo libro, las que quizá sean sus piezas más logradas. «Los
artistas tenemos no sólo la licencia sino casi la obligación de ahondar en
nuestra originalidad», dice uno de los personajes, y a esa premisa responden
los relatos, que reúnen, como ningún libro hasta ahora, todos los estilos,
todos los tonos, de la autora.
Una situación
inquietante, una perturbación no prevista se convierte en el elemento común de
los arranques de estas historias: los nervios ante una primera cita en la que
hay que impresionar a la otra parte; el viaje en tren como una forma,
desesperada e imposible, de aislamiento; el secreto mayúsculo que a un
personaje insignificante le toca en suerte compartir —y administrar—; la
presencia obsesiva de un antiguo rival de infancia; o la hipócrita y a ratos
cruel relación entre un grupo de amigos. Con esos planteamientos el narrador
nos conduce irremediablemente a un desenlace inesperado, en el que se rompe
magistralmente la lógica o lo convencionalmente esperado. Mercedes Abad demuestra aquí sus dotes de «artillera que calcula
bien las dosis de dinamita».
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Sobre Sangre: «Lo mejor de la novela se halla en saber dejar la impresión certera de un secreto arcano que rodea a su anécdota y, por extensión, a la vida misma... Sangre revela ese signo de honestidad que consiste en haber renunciado a todo oportunismo y atreverse a seguir el camino de una narración nada fácil ni complaciente: frente a la rutina de tanta escritura de esta hora, Mercedes Abad sabe arriesgarse.»
Santos Sanz Villanueva, El Mundo
Sobre Sangre: «Abad da sobradas muestras de su dominio de la narratividad y de la creación de personajes, y así, en el terreno de la novela, confirma sus valores demostrados en el cuento, que la convierten en una segura y apetecible apuesta editorial, y un goce para sus
lectores.»
Joaquín Arnáiz, La Razón
Sobre Soplando al viento: «Mercedes Abad relata con soltura, y con frecuencia se muestra capaz de aportar una buena dosis de gracejo a la recreación de motivos insólitos que mantienen casi siempre el interés.»
Ricardo Senabre, Abc
Sobre Soplando al viento: «Soplando al viento confirma la maestría cuentística de Mercedes Abad.»
Janet Pérez, España Contemporánea
Sobre Felicidades conyugales:
«Unos relatos donde la parodia, el humor más o menos cruel, la ironía y, sobre todo, esos ribetes más turbios y siniestros de las relaciones amorosas ostentan el protagonismo... El libro hará las delicias de esos lectores que quieran pasar un buen rato leyendo unos cuentos cruelmente entretenidos.»
Fernando Valls, El Mundo
Mercedes Abad, nacida en Barcelona en 1961, estudió Ciencias de la
Información en la Universidad Autónoma de esa ciudad. Desde que se dio a
conocer en 1986 con Ligeros libertinajes sabáticos (La Sonrisa Vertical 47),
ganadora del VIII Premio La Sonrisa Vertical,
ha publicado los libros de cuentos Felicidades conyugales y Soplando
al viento (Andanzas 107
y 233). En el año 2000 apareció su primera novela, Sangre (Andanzas 417),
que mereció
el aplauso de la crítica y del público. Es también autora de varios guiones de
radio y de textos y montajes teatrales como Pretèrit
perfecte (1992), Se non è vero
(1995) o Bunyols de Quaresma (1998).
Ha adaptado para la escena Las amistades
peligrosas (2001) o La filosofía en
el tocador, del Marqués de Sade, para el espectáculo XXX (2002) de la Fura dels Baus. Colaboradora habitual en la
edición catalana de El País, ha
reunido sus artículos en el volumen Titúlate
tú (2002).