Esta mañana
Amadís Dudu ha perdido el autobús. Tal inconveniente, lejos de resolverse
normalmente, supone para Dudu el comienzo de una serie de extraordinarias
aventuras que no tardarán en conducirle al gran desierto de Exopotamia. Allí,
precisamente porque se trata de un desierto, Dudu entabla conocimiento con una
multitud de personajes pintorescos, al tiempo que se ve involucrado en el
extravagante proyecto de construcción de una línea ferroviaria. Naturalmente,
ni Pekín ni el otoño tienen nada que ver con todo esto. De hecho, aquí casi
nada tiene que ver con nada, y no se hace necesario que nadie saque
conclusiones. No obstante, si el lector se empeña en ello, no será difícil que,
a través de la delirante y cómica peripecia de Dudu, llegue a ese centro secreto
en torno al cual gira la obra entera de
Boris Vian y en el cual,
entrelazados, se esconden el amor y la muerte.
Boris Vian nació en Ville d’Avray en 1920 y murió en París en 1959. Ingeniero, cantante, trompetista, inventor, locutor, escenógrafo y traductor, vivió casi con furor sus cortas, inquietas e intensas vidas paralelas, todas ellas en el efervescente escenario parisino de la posguerra, donde frecuentó tanto los grupos existencialistas más sesudos –como el de la revista Les Temps Modernes, dirigida por Jean-Paul Sartre–, como las caves de jazz, donde tocaba y desde las que escribía sus crónicas para Hot Jazz. Cultivó también la poesía, el cuento y el teatro, pero son sus novelas las que le hicieron mundialmente conocido. Tusquets Editores ha publicado sus novelas Que se mueran los feos, El lobo-hombre, El otoño en Pekín, La hierba roja y El arrancacorazones. Inencontrable en el mercado en lengua española, presentamos ahora A tiro limpio, uno de los títulos más representativas del universo de Boris Vian, en una nueva y magistral traducción, precisamente cuando se celebra el cincuentenario de la muerte de este genial escritor.