En un
pequeño pueblo situado junto al mar Blanco, al norte de la Unión Soviética, Vera
todavía espera, treinta años después, al hombre al que ama y que en 1945 partió
al frente. El narrador de esta historia, un joven escritor de veintiséis años,
queda fascinado con esta mujer cuando, en otoño de 1975, acude desde Leningrado
a la remota región de Arjánguelsk con el encargo de escribir un informe sobre
las costumbres y tradiciones de las gentes que allí viven, un informe que él
pretende convertir en sátira antisoviética.
Sin embargo, a medida que pasan las
semanas, al narrador cada vez le resulta más difícil contemplar con sarcasmo esos
pueblos, en su mayoría abandonados, pobres, habitados por ancianas que
únicamente hablan de los hijos y los maridos que perdieron en la devastadora
segunda guerra mundial. Así, se siente más y más atraído por Vera, con quien se
encuentra en diversas ocasiones.
La mujer le cuenta al narrador
pasajes de su vida que aumentan su admiración por ella. Pero todo da un giro
inesperado desde el momento en que la anciana Zoïe le desvela la verdadera
historia del soldado a quien aguarda Vera.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Es difícil contar una historia romántica hasta la locura sin caer
en la sensiblería o en el pathos...
Una novela llena de sensualidad.
Bernard Pivot, Journal du Dimanche
Las orillas del mar Blanco. Un joven harto de Leningrado, una mujer en
la cuarentena que se niega a amar. Andreï Makine interroga el silencio.
Livres Hebdo
Romántica hasta la locura, La mujer que esperaba es el doble relato de una pasión condenada de antemano.
Jean-Luc Douin, Le Monde