Tras varias décadas de debates, de leyes y proyectos, y en aras del progreso y del comercio,
por fin, en 1881, se licitan
las obras de las líneas de
ferrocarril que unirán Salamanca
con Portugal. Dos años después
se inicia la gran aventura: la ardua construcción de una vía férrea que se convertirá en una
verdadera epopeya para los cientos
de trabajadores que, contratados
por la compañía creada para la ocasión,
se deslomarán día tras día, durante
cinco años, para ganarse un jornal de miseria despejando el trazado, tendiendo puentes y abriendo túneles. En el pueblo de La Fregeneda, importante núcleo de las obras, se darán cita refinados ingenieros, trabajadores como Eleuterio, Cecilio y Andrés, implacables capataces como Higinio, prostitutas como Miss Flowers o iluminados como Albadalejo. También serán precisos jueces, pues los homicidios y las
venganzas están a la orden del día, y médicos, pues se producen sin cesar heridos y el hacinamiento en que viven es foco de enfermedades y epidemias. Todos ellos serán los protagonistas de esta extraordinaria
novela coral, en la que no tardan
en aparecer los abusos, los asesinatos
e, inevitablemente, los amores dramáticos.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Sobre Luciano Egido
Una prosa soberbia, una exuberante
riqueza lingüística, un dominio magistral
de la tensión narrativa, una imaginación tan sutil como incontaminada de banalidades al uso convierten las novelas de Luciano Egido
en una fiesta para el lector.
Ana María Moix, El País
Egido ha alcanzado una profundidad
insólita en la novela de hoy... Digámoslo
con la claridad debida: en Luciano Egido tenemos un estupendo narrador.
Ricardo Senabre, Abc
Es uno de nuestros prosistas que escriben con mayor libertad, con una independencia tan absoluta que sus libros siempre resultan de una extraña personalidad.
Santos Sanz Villanueva, El Cultural
Un escritor en el que se aúnan la excelencia, el rigor y unas buenas dosis de arrojo a la hora de abordar sus novelas.
Enrique Turpin, El Periódico
Un sorprendente mundo literario, bien peculiar en las letras hispanas, y que articula unas propuestas lingüísticas, filosóficas y narrativas infrecuentes.
Joaquín Arnáiz, La Razón
Un narrador que no defrauda nunca.
Fernando Valls, Quimera
Un novelista maduro, dueño de su oficio..., fabulador diestro y en posesión de un estilo espléndido.
Miguel García-Posada, Babelia (El País)
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Luciano Egido (Salamanca, 1928) se doctoró en filosofía y letras en la Universidad de Salamanca con una
tesis sobre Gracián y fue profesor hasta que el franquismo le impidió
continuar dando clases. Trabajó también como crítico cinematográfico y
cineasta. Antes de iniciar su carrera como novelista, había cultivado el periodismo literario y el ensayo, con
diversos trabajos dedicados
a la figura de Unamuno, como Agonizar
en Salamanca (Tiempo de
Memoria 60). Como narrador, es dueño
de una prosa inconfundible que le
ha convertido en un autor de culto
de la literatura actual en lengua española
y que le ha valido diversos galardones,
entre ellos el Premio Castilla
y León de las Letras 2004
por el conjunto de su obra. Además
de su volumen de relatos Cuentos del Lejano Oeste,