¿Se puede contar el desarrollo económico de una región sin recurrir a términos incomprensibles? ¿Hay manera de transformar las cifras gélidas en historias de gente común? Este libro lo intenta. Durante meses, periodistas y escritores de todo el continente —los venezolanos Sinar Alvarado y Boris Muñoz, la ecuatoriana Gabriela Alemán, el brasileño João Paulo Cuenca, el peruano Julio Villanueva Chang, los mexicanos Álvaro Enrigue, Marcela Turati y Wilbert Torre, los argentinos Leila Guerriero, Graciela Mochkofsky y Hernán Iglesias Illa, el guatemalteco Eduardo Halfon, la uruguaya Ana Laura Lissardy, el boliviano Edmundo Paz Soldán y el colombiano Alberto Salcedo Ramos— viajaron por países de la región para encontrarse con personas que vieron cómo su vida cambiaba a partir de una pequeña o una mediana inversión y que, desde entonces, con mejor y peor suerte, han intentado creer en lo que ya pocos creen: la posibilidad de un porvenir. Hacer la América es un enorme mural que refleja el lado B del territorio latinoamericano; no aquél que rima con la violencia, el conflicto y la pobreza sino con la más perturbadora de las palabras: la esperanza.