El
comportamiento sexual en la Antigüedad constituye un terreno en el que pocos
estudiosos se han atrevido a internarse y, sin duda, la iconografía provee de
un material abundante pero difícil de interpretar. Los autores de este volumen,
sin embargo, desentrañan el papel desempeñado por el sexo no sólo en la
prehistoria, en el mundo bíblico o en el Egipto faraónico, sino también en la
Creta minoica, en los cultos mistéricos, en la Grecia antigua y clásica, y en
la cultura romana, en este volumen ricamente ilustrado.
Nos enteraremos, así, de que la
única familia faraónica representada en actitudes íntimas fue la formada por
Nefertiti y Akhenatón. Comprenderemos también para qué servían las figurillas
de desnudos itifálicos en la cultura prehistórica reciente de la península
ibérica. Si, por un lado, el predominio de figuras femeninas en el arte minoico
confirma la existencia de un culto a una Gran Diosa en el Mediterráneo antiguo,
por otro, en la Grecia arcaica y clásica, tal vez no debamos considerar como
espejo de la realidad las representaciones femeninas en actitudes sexualmente
osadas, pues podrían ser producto de la fantasía del hombre en un contexto
falócrata.
Aprenderemos cuándo se halla
documentado el primer coito a dietro,
qué utilidad tenían los falos alados colocados a la entrada de las casas
romanas o qué indica, en las escenas eróticas, que una figura humana tenga el
brazo doblado hacia la cabeza.
Y siempre, en estas culturas
perdidas, nos asaltan las dudas: ¿qué público observaba estas imágenes? ¿Tenían
como fin crear ambientes propicios al erotismo? ¿Plasmaban ideas, hábitos,
ritos, o, más bien, eran símbolos de algo que se nos escapa? A todas estas
preguntas, y a otras muchas, contestan los dieciséis historiadores y
arqueólogos que han colaborado en este volumen.
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