Una calurosa tarde, cuando los habitantes del barrio habanero de Marianao se refugian en sus casas huyendo del bochorno y la radio difunde la melodía de un calipso, un joven de quince años sale al patio en busca de algo de brisa. Allí, tendido sobre la hierba, a la sombra de los árboles y rodeado de matas cargadas de mangos, el joven fantasea con escenas de películas cuando, de pronto, en el jardín contiguo, irrumpe un jardinero que, ajeno a todo, arregla sudoroso las plantas, afila su machete y desaparece en la casita de los aperos segundos antes de que llegue la lluvia. Esa aparición despierta en el joven sensaciones hasta ese momento desconocidas, desencadenando, a su vez, deseos de nuevas vivencias. Ya nada será como antes. Desde las novelitas eróticas que el joven descubre escondidas en su propia casa, hasta los encuentros muy poco inocentes que espía aquí y allá, a veces a plena luz del día, o la voluptuosa actitud de personajes como el tío Mirén, las hermanas Landín, el Negro Tola o el atractivo pitcher del equipo de béisbol del instituto, todo lo conducirá al descubrimiento gozoso del sexo.
En su iniciación, mientras toma plena conciencia de su propio cuerpo, el joven aprenderá que el erotismo es como una batalla llena de estrategias y escaramuzas, una lucha sin vencedores ni vencidos, pero para la que hay que prepararse. Sus experiencias no sólo le abrirán definitivamente los ojos a la realidad, sino que también derribarán algunos mitos y marcarán el inevitable final de su infancia, en ese año, para él inolvidable, en que todo el mundo vibra al son del calipso.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Un excelente contador de historias
y un brillante paisajista.
JOAQUÍN MARCO, EL MUNDO
NOTICIAS RELACIONADAS
Abilio Estévez (La Habana, 1954) reside en la actualidad en Barcelona. Se licenció en lengua y literatura hispánicas y cursó estudios de filosofía en su ciudad natal. Ha escrito tres magníficas novelas unánimemente aclamadas por la crítica y traducidas a más de ocho idiomas: Tuyo es el reino (Andanzas 317 y Fábula 257), merecedora del Premio de la Crítica Cubana 1999 y del Premio al Mejor Libro Extranjero 2000 en Francia, Los palacios distantes (Andanzas 485), seleccionada por La Vanguardia como Libro del año en 2004, y El navegante dormido (Andanzas 659), a las que le ha seguido El bailarín ruso de Montecarlo (Andanzas 726). Es también autor de Inventario secreto de La Habana (Andanzas 557), del volumen de cuentos El horizonte y otros regresos (Andanzas 348), de las prosas poéticas Manual de tentaciones (Marginales 179) –ganadoras del Premio Luis Cernuda 1986 y del Premio de la Crítica Cubana 1987–, y de varios textos teatrales, entre ellos los monólogos Ceremonias para actores desesperados (Marginales 220).