¿Disfrutar el arte conlleva problemas? Pues sí, aunque no más de los que implica cualquier otro disfrute. Por ejemplo, ¿En qué consiste la operación de apreciar arte, tan familiar? ¿Por qué sentimos y decimos que unos artistas son superiores a otros? Semejantes juicios, ¿tienen base o son meras opiniones arbitrarias? En este conjunto de ensayos breves y ligeros, fruto del trabajo artístico, de su desvelo e insatisfacción, pero también de su regocijo y deslumbramiento, Hugo Hiriart intenta dar respuesta a estas preguntas y con ello articular cómo la imaginación capta y elabora el arte y la belleza.
Con Los dientes eran el piano, Tusquets Editores da comienzo a la publicación de la obra de Hugo Hiriart, un ingenio fundamental de nuestras letras.
Hugo Hiriart nació en la Ciudad de
México en 1942. Novelista, dramaturgo, ensayista, filósofo, director de escena,
guionista y artista plástico, Hiriart es autor de más de una docena de piezas
dramáticas, entre las que destacan La
ginecomaquia, Hécuba,
La perra; Intimidad
y ámbar, y La
repugnante historia de Clotario Demoniax (Marginales, 2005), algunas de las cuales han sido llevadas
al cine. Recibió el premio Xavier
Villaurrutia (1972) por Galaor (Andanzas, 2000), su primera
novela, que, en opinión del jurado, es «la mejor novela de caballerías del
siglo xx». A esta narrativa inaugural le suceden Cuadernos de Gofa, La
destrucción de todas las cosas y El actor se prepara (Andanzas,
2004). Sus ensayos son señeros en la literatura mexicana reciente: Disertación sobre las telarañas, sobre la
naturaleza de los sueños y, en Tusquets
Editores, Los dientes eran el piano (Ensayo, 1999) y Cómo leer y escribir poesía
(Ensayo, 2003). Su obra plástica ha sido expuesta en diversas ciudades del
país.